¿Es buena idea regalar juguetes sexuales en Navidad? Sí, y aquí te cuento por qué

¿Es buena idea regalar juguetes sexuales en Navidad? Sí, y aquí te cuento por qué

Sí, lo voy a decir sin rodeos: regalar juguetes sexuales en Navidad es un acto de amor, de cuidado y de bienestar. Y si lo piensas un momentico, tiene todo el sentido del mundo.

La pandemia nos dejó muchas lecciones, y una de las más poderosas es que la novedad en pareja no es un lujo… es parte de la chispa que mantiene viva una relación. No estamos hablando de “salvar” nada ni de que un juguete sea un pegamento milagroso. No funciona así, ni debería funcionar así.
Lo que sí hace un juguete íntimo es dinamizar, abrir nuevas posibilidades, romper la rutina y permitirnos descubrir sensaciones que quizá no sabíamos que existían.

Y esto es importante:
Los juguetes no son solo para cuando algo anda mal.
Son para disfrutarse, para explorar, para conocerse más, para sentir más rico y hasta para reírse en pareja. Son un complemento precioso, como ese toque perfecto que transforma una receta.

En estas fechas todo el mundo anda buscando “el regalo perfecto”, y seamos honestos: no es la misma emoción recibir lo mismo de siempre —medias, pijamas, cajas de galletas…
Entonces, ¿por qué no apostar por algo realmente especial?

La sexualidad está presente en el 96% de las personas adultas que conocemos.
Amigos, amigas, primos, cuñados, compañeros… todos viven su sexualidad, cada uno a su estilo. ¿Entonces por qué no normalizar un regalo que aporta justamente a esa parte tan natural de la vida?

Regalar un juguete o kit íntimo no es intrusión, no es morbo y no es “pasarse”.
Es una forma de decir:

“Quiero que disfrutes más tu vida, que te sientas bien contigo, que explores sin vergüenza.”

Y eso aplica para cualquier persona especial en tu vida, sin importar con quién comparte (o no) su intimidad. El regalo no es para usarlo contigo… es para su propio placer y bienestar.

¿Te imaginas regalar bienestar íntimo, confianza, novedad, conexión y placer?
Es un detalle inolvidable, realmente novedoso y que además crea complicidad: esa persona sabrá que tienes la mente abierta, el corazón dispuesto y que te importa su bienestar integral.

¿Y sabes qué es lo mejor?
Cuando normalizamos estos regalos, normalizamos hablar del placer, cuidarnos y explorar sin culpa.

Y mientras lees esto, estoy segura de que ya estás pensando en esas personas especiales a las que podrías sorprender este diciembre… empezando por ti mism@

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